Llevábamos una larga crisis los últimos dos años (de los 10 que somos pareja). Ambas teníamos diferentes terapeutas personales, que coincidieron en recomendarnos hacer terapia de pareja. Las sesiones con la licenciada Diana Paris nos permitieron ver algo tan a la vista que se nos escapaba: yo (Celia) había dado un salto madurativo y ya no soportaba la actitud maternal de Laura, algo que me había cautivado al principio de la relación. Y yo (Laura) en mi postura de "madre" no aceptaba la rebeldía de Celia. La psicogenealogía nos mostró los roles que asumimos y que exigimos en el amor de pareja, donde a veces confundimos los personajes del árbol familiar. Diana nos acompañó en este recorrido de la identidad de cada una y pudimos reconstruir el vínculo desde un nuevo posicionamiento y fue como si renováramos s el contrato.

Celia & Laura

Nuestro conflicto se acentuó cuando le dije a Carlos que yo no haría más tratamientos de fertilización asistida. El embarazo se nos venía negando por cinco años, nada funcionaba y por fin yo dije basta. Mi marido no se había realizado ninguna prueba ni análisis. Yo me sentía sola en este proceso. Por fin logré que aceptara consultar con Diana Paris y ese fue el mejor tratamiento de fertilización. En las sesiones Carlos dejó de mostrarse invulnerable, aceptó sus miedos, y los viejos rencores hacia su padre. El transgeneracional le permitió a Carlos analizar su lugar de hijo y recién ahí pudo pensarse como “padre”. Hoy estamos muy felices con nuestro bebé de 6 meses.

Carlos & Ana

“No soy inseguro” dijo mi esposo en la primera sesión con Diana Paris, “pero necesito controlarlo todo, y ella también. Los dos nos revisamos los teléfonos y nos hackeamos las cuentas. Vivimos en total desconfianza”. Yo pedí consulta para poder poner fin a nuestra relación –un noviazgo tóxico de más de 8 años- porque la violencia psicológica de los dos iba en aumento. A lo largo de unas pocas sesiones revisando nuestras historias familiares advertimos que nos encontrábamos repitiendo el drama de nuestros ancestros. Tanto mis abuelos como los de Tomás terminaron sus vidas de manera trágica (una estafa que llevó al suicidio, en un caso y una mala praxis que terminó en muerte, en la otra rama). Si bien conocíamos ambos relatos de familia, fue recién a partir de la terapia de pareja con orientación en transgeneracional que nuestra relación se afianzó cuando comprendimos nuestros comportamientos a la luz de las exigencias del clan. Aprendimos a vivir con mutua confianza. Estamos agradecidos por esta nueva oportunidad para la relación.

Lidia & Tomás